Buenas de nuevo, queridos blogueros. Hoy quiero hablaros
de cómo influyen el consumo de tóxicos en la salud mental. En algunas ocasiones, los problemas de
salud mental pueden conducir al consumo de drogas como una forma de automedicación
desesperada. Mientras que, en otros casos, es la relación entre drogas y salud
mental la que hace que las personas adictas puedan terminar sufriendo todo tipo
de trastornos mentales.
Quiero
contaros que yo tomaba “porros” de vez en cuando (no llegué a ser adicta) y
como consecuencia de ello, me ocasionaban mucha risa. Sólo llegué a tomar
alguna calada y solían ser de marihuana. Dicho consumo pudo llevarme a la
depresión que yo sufrí en un primer momento y más tarde al trastorno bipolar,
esquizofrenia y psicosis psicógena en la actualidad. Ello es porque se ha
estudiado que quienes consumen marihuana tienen más predisposición y mayor
riesgo de sufrir patologías como la esquizofrenia y otras psicosis.
En
general, el consumo continuado de drogas puede conducir a la aparición de
síntomas asociados a la ansiedad, como la que yo he sufrido.
Teniendo en cuenta que el alcohol es considerado
también una droga, decir que yo lo tomaba los fines de semana cuando salía con los
amigos. Solía tomar wiski con coca cola. Quiero comentar que las mezclas no son
buenas. De hecho, recuerdo que una vez mezclé el wiski con ron y me sentó
fatal. Incluso vomité y todo.
El alcoholismo agudo provoca problemas de comportamiento
y cambios mentales. Cuando yo bebía el alcohol me producía dificultad para
hablar, problemas de atención o de memoria y falta de coordinación. También
solía tener períodos de lagunas mentales, en el sentido de no recordar lo que
había hecho exactamente, pero nunca llegué al “coma etílico”. Aunque haya
tenido esos períodos en los que no recordaba los hechos exactamente, considero
que no he llegado a ser alcohólica, en el sentido de ser dependiente de esa
sustancia al tomarla tan solo de vez en cuando y no a menudo.
El consumo me ha afectado en mi salud mental,
puesto que yo estaba tomando medicación y tomaba tanto alcohol como drogas con
un uso recreativo. Yo disfrutaba tomando estas sustancias, puesto que me
ayudaba a desinhibirme en las reuniones sociales al ser una persona bastante
tímida en mi época juvenil. Además, había que seguir la moda, puesto que lo que
se llevaba entre la juventud era eso. Pero ese estado de ánimo positivo en un
principio me provocaba en ocasiones emociones desagradables y hacía que me
encontrara triste o deprimida.
Concluyendo,
quiero decir que el consumo de tóxicos no solo me perjudicaba a mí, sino que
interferían en la relación con mi entorno, mi familia, mi trabajo, etc. En la
actualidad no consumo estas sustancias, por lo que mi salud a mejorado, aunque
convivo con mi enfermedad.
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