miércoles, 29 de marzo de 2023

LAS REDES SOCIALES Y SUS EFECTOS PSICOLÓGICOS


   

     En esta ocasión me gustaría plantearos que efectos psicológicos puede tener el uso de las redes sociales en mí como persona que padezco una enfermedad mental.

    Las redes sociales como Facebook o Twitter tienen efectos psicológicos positivos y negativos en las personas. Ello es porque dependiendo de cómo me encuentre lo reflejo en las redes. Hoy en día son pocas las personas que no tienen un perfil en alguna red social, de hecho, yo tengo uno en Facebook, pero el uso que se le da a las redes es diferente de unas personas a otras puesto que depende de motivaciones distintas. Yo utilizo las redes sociales tanto con una finalidad profesional, pues muestro el trabajo que hago, y también como una diversión, por lo tanto, el tipo de publicaciones es distinto.   

    Las redes sociales han cambiado la forma en la que nos comunicamos y nos relacionamos con otras personas. Yo utilizo las redes sociales para mantener amistades, buscar amigos de la infancia y ampliar mi círculo social.  La comunicación resulta mucho más sencilla y rápida y, además, las redes sociales tienen un alcance global por lo que puedo hablar y relacionarme con personas de todo el mundo. Una de ellas es una prima mía que tengo en Argentina.  Esta situación supone también una desventaja porque algunas personas se aíslan al utilizar las redes sociales y se alejan de la vida real, hecho que me ocurrió a mí en la pandemia.   

    Las redes sociales tienen muchos beneficios para las personas, pero también pueden suponer un riesgo si no se utilizan de forma controlada. Algunos de los riesgos psicológicos son los siguientes:

Aislamiento. Cuando estábamos en el confinamiento, yo me aislé en mi habitación y no salía de ella sólo para comer pues me relacionaba sólo a través de las redes sociales con mi chico, pues precisamente en aquella época comenzó nuestra relación.

•      Adicción a las redes sociales. Muchas personas, sobre todo adolescentes, no pueden estar más de un minuto sin consultar las redes sociales y sienten ansiedad cuando no tienen acceso a ellas. Ello me ocurrió a mí en la época de la pandemia. 

Comportamiento antisocial. El hecho de relacionarnos solo en un entorno virtual con otras personas puede producir un comportamiento antisocial. Ese fue mi caso en el confinamiento.

La desconexión de las redes sociales puede producir en personas adictas síntomas de ansiedad y de estrés. Si yo en la pandemia no me hubiera podido comunicar a través de dichas redes no hubiera comenzado mi relación con mi chico, pues no hubiéramos tenido forma de comunicarnos. En este sentido estoy hablando del WhatsApp y del Facebook.  

    Por lo tanto, considero que es preciso realizar un uso responsable de las redes sociales, aprovechar los aspectos positivos que tienen y controlar los negativos.  

 



martes, 21 de marzo de 2023

COMO ME AFECTAN LAS HABILIDADES SOCIALES SI SOY UNA PERSONA RESILIENTE

 



          Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que nos permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva y satisfactoria. Un aspecto interesante sobre ellas es que se pueden aprender, potenciar e ir desarrollándolas día a día con la práctica. 

Hoy voy a hablaros de diversos términos que considero importantes.

El primero es la empatía que es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Cuando una persona tiene enfermedad mental grave, considero que se ha de preocupar más por si mismo que por los demás, puesto que no se encuentra bien. Ese fue mi caso, yo en el momento en que tenía la enfermedad en alza no era capaz de preocuparme por los demás, puesto que no era capaz de cuidarme yo misma. Por ello no estaba capacitada ni tan siquiera para tener pareja, ni podía pensar en eso.

La asertividad la defino como la capacidad de decir lo que sentimos sin ofender al otro. En mi caso, yo no fui asertiva cuando en el colegio y el instituto mis compañeros se burlaban de mí y no fue capaz de enfrenarme a ellos diciéndoles cómo me sentía sin ofenderlos.

Para tener una comunicación eficaz o asertiva con los demás es necesario saber expresarnos bien, pero también es fundamental saber escuchar. Probablemente alguna vez hayas escuchado a alguien decir “no es lo mismo oír que escuchar” y es verdad. A eso se le denomina escucha activa, cualidad que intento mantener en mí.

Por su parte si definimos la resiliencia como la capacidad de enfrentarse a las
adversidades, considero que yo soy una persona resiliente, puesto que me he enfrentado a muchas cosas en mi vida y he logrado salir adelante. Entre esas cosas está el bulín que me hacían en el colegio y el instituto, la leucemia de mi hermano o el quedarme sin amigas.

 Entre las habilidades de las personas resilientes decir que las que yo tengo son las siguientes: creativa; flexible; tenaz; positiva; confío en mis capacidades; soy consciente de mis limitaciones; poseo buen humor en general, aunque a veces me enfade; e intento rodearme de personas resilientes como yo.

En conclusión, decir que estas habilidades son imprescindibles en cualquier ambiente que me pueda encontrar (en familia, en el trabajo, en la calle, etc.). Una adecuada puesta en práctica de estas habilidades es beneficiosa para aprender a expresarme y comprender a los demás, tener en cuenta las necesidades e intereses de todo el mundo, intentar encontrar la solución más satisfactoria para todos ante un problema o ser solidario, cosas fundamentales si quiero vivir en sociedad.

 

 

 

 

jueves, 16 de marzo de 2023

QUE SIGNIFICA TENER CONCIENCIA DE ENFERMEDAD

 


En el taller de psicoeducación uno de los temas de los que hemos hablado es en qué consiste tener conciencia de enfermedad. Significa que la persona asume padecer un trastorno mental y que, por tanto, acepta ser tratado por un psicólogo y medicarse yendo a un psiquiatra para poder superarlo o, al menos, para no sufrir demasiado.

La salud mental en la actualidad da mucha importancia a que la persona diagnosticada de un trastorno mental, especialmente si este es grave, tome conciencia de su enfermedad.

Soy licenciada en Filología Hispánica y cuando terminé la carrera, las oposiciones no las conseguía aprobar, porque estaba brotando mi enfermedad y me costaba mucho retener las cosas. Por aquella época trabajé de comercial en dos empresas y en una de administrativa-comercial. Digamos que me centré en mi trabajo y dejé de lado la oposición. Tuve varias recaídas mientras estaba trabajando, hasta que me ingresaron en el hospital General de Elche durante dos meses. Entonces fue cuando me diagnosticaron la esquizofrenia en el 2010 y yo no tenía conciencia de enfermedad. Ello es porque estaba muy mal y no sabía realmente lo que me estaba pasando.

Existieron una serie de circunstancias que impidieron que yo fuera consciente de mi enfermedad. Además de los prejuicios y el estigma asociados a determinados diagnósticos, pensando que yo puedo ser violenta o incontrolable cuando no es así, otras circunstancias fueron que yo tenía en ese momento una capacidad intelectual y cognoscitiva baja; una falta de capacidad de juzgar de manera real los síntomas que yo padecía; y como mi enfermedad apareció en la adolescencia eso hizo que yo no aceptara mi diagnostico y aun sabiendo que no era recomendable mezclar bebidas alcohólicas con la medicación, yo seguía bebiendo.

Para ser yo realmente consciente de mi enfermedad primero tuve que entenderla y conocerla; luego reconocer que estaba enferma; y más tarde tuve que querer colaborar con mi psiquiatra, mi familia y mis amigos para facilitar el tratamiento y evitar posibles recaídas que nunca llegaron afortunadamente.  

Quiero indicar, por último, que es muy importante que seamos conscientes de nuestra enfermedad ya que de esta forma se puede hacer partícipe de las consecuencias que tiene para mí y los que me rodean cuándo tengo una crisis frente a las ventajas de seguir con el tratamiento que me han dispensado.

 

 

martes, 14 de marzo de 2023

EFECTOS POSITIVOS DE LA MÚSICA PARA LA SALUD MENTAL



    Más allá de ser considerado como un medio de entretenimiento para nuestro cerebro, la música tiene un impacto positivo en mi salud mental. Puede cambiar mi forma de actuar, pensar y sentir. También me ayuda a relajarme.

    Entre los efectos positivos de la música para mi salud mental, mencionar los siguientes:

    1. Eleva mi ánimo y me motiva

    Cuando he tenido un mal día, no existe nada mejor que escuchar una canción que me gusta y la pongo lo más alto que pueda. Los tonos musicales y la letra parecen casi siempre tener un impacto positivo e instantáneo en mi estado emocional. Cuando me siento desmotivada o estoy cansada o frustrada, escucho canciones de ritmo acelerado que me ofrecen la energía que tanto estoy deseando.

    2. Reduce mi estrés

    Cuando la tengo de fondo o le estoy prestando toda mi atención, ciertos géneros de música tienen la capacidad de liberarme del estrés. Por ejemplo: La música suave o ambiental me proporciona un estímulo relajante para mi cerebro.

    3. Promueve el enfoque

    Uno de los beneficios principales que me aporta la música es que puedo escuchar mis canciones favoritas mientras que realizo otras actividades.

    4. Ayuda a mi relajación

    Yo disfruto de desconectarme de todo al final de un día largo. Escuchar música es una forma rápida y sencilla para descargar mi energía, liberar mis tensiones y reducir los niveles de estrés o ansiedad.

    Cuando lo que busco es descansar, escuchar música mientras me quedo dormida es una excelente forma de relajarme pues me ayuda a bajar mi respiración y calmar mi mente.

    5. Reduce mi ansiedad y depresión

    El hecho de que reconozco el efecto que tiene la música sobre mis emociones me es útil en aquellos momentos en los que me enfrento a sentimientos de ansiedad o depresión. Cualquier tipo de música relajante contribuye en mí a un estado de ánimo más tranquilo. 

   Es normal sentirnos en ocasiones tristes, ansiosos y hasta desmotivados por ciertos eventos que suceden durante la vida. Pero estad atentos mis queridos blogueros, porque cuando estos sentimientos persisten sin alivio, ni receso, es posible que nos estemos enfrentando a un problema de salud mental.


jueves, 9 de marzo de 2023

MÚSICA Y SALUD MENTAL


    Existe un efecto positivo de la música en el bienestar emocional, en cómo mejora nuestro estado de ánimo, la disminución de la ansiedad y el manejo del estrés.
    A mí la música me transporta a momentos que me recuerdan sentimientos muy positivos. La canción del Arrebato de “mirando pa ti” me trasporta a la época en que yo me enamoré de un chico y no me hacía caso y entonces mis amigos me ayudaron a recuperarme de ese desengaño amoroso. Si observáis en YouTube el video de la canción, el cantante se ofrece cómo un amigo de la chica para ayudarla en lo que sea ya que se encuentra deprimida por un desengaño amoroso. Con esta canción he llorado un montón de veces por recordar el pasado, pero en la actualidad la puedo escuchar sin soltar una lágrima, transmitiéndome la canción sentimientos positivos. 
    La pandemia ha generado sentimientos de tristeza, estrés y aislamiento, y la música es un recurso muy al alcance de todos y que es importante que la tengamos muy presente en nuestras vidas y recurramos a ella, para así aprovechar todo lo beneficioso que la música nos aporta. Precisamente en la pandemia fue cuando empecé a salir con mi pareja. Otra canción que me recuerda a esa persona especial con la que comparto mi vida es la de “One” de U2, un amor, una vida.
    Con una multiplicidad de géneros musicales para escoger (e.j. rock, pop, electrónica, reggueton y hasta música clásica) encontrar la canción que mejor conecte con mis sentimientos y emociones será la clave para lograr mayor bienestar emocional.

miércoles, 8 de marzo de 2023

POR QUÉ NO ME QUITÉ LA VIDA


   Esta vez os escribo para contaros el porqué no me suicidé en su momento cuando todo parecía que no tenía sentido en mi vida.

    Quiero contaros que en el colegio y el instituto sufrí bulín. Mis compañeros se burlaban de mi porque era demasiado buena y en ese sentido me consideraban tonta, pero yo en los estudios era muy lista. Un día mis amigas hablaron con la jefa de estudios y entonces dejaron de meterse conmigo.

   Precisamente en la época del instituto mi hermano contrajo leucemia (cáncer en la sangre). Por aquel entonces mi padre estaba trabajando, mi madre con mi hermano en el hospital de la Fe de Valencia y mi abuela paterna cuidaba de mí.

    Coincidió que por aquel entonces me quedé sin amigas. Los fines de semana me quedaba sola en mi casa sin salir, no tenía amigas a quien contarles mis problemas y, aunque tenía el apoyo de mis padres, ellos tenían suficiente con la enfermedad de mi hermano.

    Por todo ello llegó un momento en el que pensé en suicidarme. No tenía motivos aparentes para seguir viviendo y por lo único que no me quité la vida fue porque no quería que mis padres y mi hermano sufrieran por mi partida. Mi familia fue el motor que me hizo seguir adelante con mi vida y en la actualidad he logrado muchas metas que han hecho que mi existencia tenga sentido.